Con algunos escritores ocurre que, pese a pertenecer a otra nación, son incorporados de forma natural al patrimonio literario de otro país, como si, por una suerte de acuerdo tácito, nadie discutiera esa adopción. En España, este fenómeno se ha dado sobre todo con los autores sudamericanos gracias al elemento aglutinador de la lengua. Pero el hecho resulta más llamativo cuando el escritor no comparte en la ejecución de sus obras el idioma común. Ese es el caso de José Saramago. A nadie le ha importado pensar que la periodista sevillana Pilar del Río es la que traslada al castellano los originales portugueses de su marido. O quizás sea precisamente por ello por lo que la asunción de su españolidad resulte más fácil. José Saramago es heredero de aquellos otros portugueses que hoy se estudian en las aulas de Literatura como si fueran autores españoles, tales como Gil Vicente o Jorge de Montemayor pero estos últimos escribieron sus obras en castellano; José Saramago no y es tan español como aquellos. Desde 1991 residía con su mujer en Lanzarote y Lanzarote le ha visto morir. Parte de las cenizas del escritor se depositarán bajo un olivo del jardín de su casa de la isla canaria, lo cual no deja de ser significativo.
En Las intermitencias de la muerte Saramago nos pintaba un país donde la muerte no existía, en la línea de esas otras obras como Ensayo sobre la ceguera, donde se hipotetizaba sobre situaciones imposibles. Ya ha descubierto Saramago que él no podrá ser nunca un personaje de esa novela. Sin embargo, en que su muerte sea al menos intermitente en la lid con el olvido, tenemos sus lectores la última palabra.
Recuerdo con mucho cariño los momentos en que leí ENSAYO SOBRE LA CEGUERA. Me impresionó tanto el argumento... Sin duda, es un gran libro de un autor que, como tú bien dices, puede considerarse español.
ResponderEliminarLa misma tarde que murio Saramago vi una entrevista que le hicieron en "canal sur" y me acorde de este blog, aqui os dejo el enlace por si os interesa. Seguro que os gusta este tipo de programas.
ResponderEliminarhttp://blogs.canalsur.es/elpublicolee/
Tisbe, a Saramago me lo descubriste tú con esa novela.
ResponderEliminarCris, gracias por el apunte. También Saramago estuvo muy conectado a Andalucía.