En
1943, durante la ocupación de Francia por parte de los nazis, el músico Pau
Casals recibió la invitación de tocar en Berlín, dentro de los actos de
conmemoración del décimo aniversario del acceso al poder de Hitler. Y su
respuesta fue un contundente “no”. Partiendo de este hecho real, Yolanda García
y Juan Carlos Rubio fabulan con qué pudo ocurrir en esa conversación privada
que el violonchelista mantuvo con tres oficiales nazis. Aprovechan ese
resquicio real, pero desconocido, para dar forma a una pieza que aprueba con
nota, no sólo por el contenido del texto sino también por la impecable
interpretación del elenco que da vida a los personajes.
Johann
(Cristóbal Suárez), es un soldado que llega a Prades con la misión de convencer
al músico de que acepte la propuesta. Melómano confeso, admirador de Bach y del
propio Casals, se aleja del fácil maniqueísmo que podría aparecer por su
condición de nazi. A lo largo de la representación, se van descubriendo capas
de su herencia vital que han configurado su personalidad y que han condicionado
su posición en el mundo. Se presenta como antagonista de Pau Casals, quien
durante su estancia en Francia se dedicó a ayudar a los refugiados españoles
que allí habían llegado. El músico, interpretado por un espléndido Carlos
Hipólito, es dibujado desde su faceta pública y privada, ya que se plantean en
el escenario los tormentos que padecía, incapaz de hacer sonar una nota ante el
horror de la situación política que se vivía en toda Europa. Deprimido ante la
atrocidad, pero sin olvidar los principios éticos y morales que lo acompañaron
durante toda su existencia, preocupado por la salud de su compañera sentimental
(Kiti Mánver, fantástica) y por el bienestar de su sobrina (Marta Velilla),
tuvo la fortaleza y la valentía de declinar la invitación del Führer. Es en esas
conversaciones con Johann donde radica el núcleo central de la obra y de donde
se desprenden las ideas principales que, sin duda, favorecerán la reflexión del
espectador. Así, se pone de manifiesto el valor del Arte como elemento
catalizador ante la barbarie, como antídoto sanador ante el sinsentido del
mundo, como refugio ante la desolación; la capacidad del ser humano a decir
“no” pese a las coacciones del poder o la necesidad de ser fieles a férreos
principios que nos alejen de radicalismos. En definitiva, Música para Hitler
es una defensa de la libertad, pero también plantea el tema de la incapacidad
de alguien alineado con el salvajismo de mostrar esa especial sensibilidad que
se precisa para tocar un instrumento. El Arte con mayúsculas es incompatible
con la deshumanización y con la indignidad de los bárbaros. La escena en la que
Johann pide a Casals que le escuche tocar el violonchelo es muy reveladora en
este sentido, pues las reflexiones del maestro sobre la música, sobre el alma
de las notas, sobre la necesidad de que suenen como un todo, resultan harto reveladoras
sobre la opinión que el músico tenía de cómo debía ser el mundo. La música como
metáfora de la vida y de la organización social. La música como factor que
posibilita el cambio. Y es en esta reflexión de Casals donde radica la reacción
final de Johann.
La
escenografía, una estructura circular de madera que se abre y se cierra según
la acción se desarrolle en el ámbito familiar o cuando el militar visita la
casa, merece también ser mencionada pues en su simplicidad encierra gran
potencia sugestiva, ya que los personajes están atrapados en una espiral de
fanatismo, de crueldad y de injusticia. Tampoco falta la música, la Suite Nº. 1
de Bach suena en escenas tan destacadas como la anteriormente comentada o en la
primera aparición de Johann, en la que el público asiste al solemne proceso de
vestirse con el uniforme nazi.
Juan
Carlos Rubio, como director, ha conseguido acompasar todos los elementos que
deben sonar de forma armónica para configurar un espectáculo exitoso. Texto,
actores y escenografía afinados ofrecen una música que no es para
Hitler, pero que sí hará las delicias de los espectadores que se adentren en
este enigmático suceso de nuestra historia reciente.

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