domingo, 1 de noviembre de 2009

20. La marquesa de O

El pasado 30 de octubre de 2009, el telón del Teatro Principal de Alicante volvió a levantarse con motivo del estreno nacional de La marquesa de O, obra dirigida por Magüi Mira, actriz, directora y productora valenciana conocida por haber protagonizado, entre otras, La hija del aire, El taxidermista, Fedra, Fiesta barroca y Cartas de amor a Stalin. En 1976, esta historia fue llevada al cine por Éric Rohmer y recibió el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes.

El drama nos traslada a una importante ciudad del norte de Italia en el momento en que ésta está siendo asediada por las tropas rusas. El padre de la marquesa Julieta es coronel y sufre un ataque directo en su mansión en el que ella cae en manos de un grupo de bárbaros que intentan propasarse con la joven. Su salvación viene de la mano de un conde ruso, del que ella se enamora. A raíz de dicho suceso, Julieta descubre que está en estado de buena esperanza, pero defiende a viva voz que ha permanecido pura y casta desde que falleciera su esposo hace un año. Se plantea, por tanto, un enigma. ¿Realmente está embarazada, de quién, cómo ha engendrado dicho fruto si no ha conocido varón?

Evidentemente, la historia no es una reformulación del famoso episodio bíblico puesto que la marquesa fue violada por el conde ruso cuando éste la rescató de sus perseguidores aprovechando un vahído de la joven. El conde, profundamente enamorado de Julieta y arrepentido por su indigna acción, solicita la mano de la joven pero la respuesta se dilata en el tiempo más de lo esperado. Cuando éste regresa tras solucionar unos asuntos en Nápoles, descubre que su enamorada ha anunciado en el periódico que sin su conocimiento se halla encinta y que solicita que el padre de la criatura se persone en su casa el día 3 a las 12 del mediodía para acordar el matrimonio. Ante tamaño escándalo público, los padres de la marquesa reniegan de ella y la obligan a vivir encerrada en sus aposentos, pues no pueden aceptar que su hija haya osado mancillar la honra de su familia y que se niegue a revelar quién es el padre. Finalmente, el coronel y su esposa creen a la joven y aceptan al futuro retoño que crece en sus entrañas, mas Julieta está decidida a casarse para que su hijo tenga una verdadera familia. Lo que nunca imaginaría la marquesa es que el hombre que acudiría a la cita del día 3 es el conde del que estaba enamorada. Decepcionada, se celebra el enlace pero su esposo es obligado a renunciar a sus derechos como cónyuge.

El elenco de actores está formado por Amaia Salamanca, Josep Linuesa, Juan José Otegui y Tina Sáinz. En líneas generales, todos hacen una buena interpretación de sus personajes. Así, Salamanca lejos de decepcionar demuestra que tiene aptitudes para las tablas y que es capaz de conjugar en sus registros dramáticos la candidez de una joven enamorada con la rotundidad con la que defiende su inocencia y su decisión de encontrar al padre de su hijo; Linuesa encarna perfectamente al prototipo de enamorado romántico invadido por un amor irrefrenable; Sáinz, genial, como siempre y Otegui que combina perfectamente la seriedad propia de un coronel y el dolor de un padre defraudado con toques de humor. El veterano actor (Oviedo, 1936) ha declarado que abandona los escenarios. Se retira con su "vocación intacta" pero decidido a disfrutar de su familia a sus 73 años. Sin duda, ésta es una única oportunidad para disfrutar del buen hacer de este premiado actor que ha trabajado con directores de renombre como Marsillach, José Luis Alonso, Pedro Almodóvar, Fernando Fernán Gómez, Miguel Narros y Vicente Aranda, entre otros.

Por otra parte, la fuente originaria de este drama es el homónimo cuento romántico escrito en 1804 por Heinrich von Kleist (1777-1811), una de las máximas figuras del Romanticismo alemán. Durante su vida no conoció el éxito de sus obras. Habría que esperar al siglo XX para que éstas adquirieran la consideración de clásicas. El escritor tuvo una agitada vida (participación en el ejército prusiano en 1792, encarcelamiento por ser considerado un espía por los franceses, director de periódicos de vida efímera por sus tintes antifranceses...) que culminó con su suicidio. Una andadura vital, por tanto, que cumple los cánones románticos por excelencia y que tendría como broche final dos disparos que acabaron con su vida y con la de su gravemente enferma compañera, Adolfine Vogel, y un verso como epitafio de su tumba: "Ahora, ¡oh, inmortalidad!, eres toda mía".
En definitiva, La marquesa de O pone en escena la valentía de una mujer capaz de luchar contra los convencionalismos propios de su época, sin miedo al qué dirán y con la conciencia tranquila al defender su inocencia en una sociedad conservadora y amiga de las falsas apariencias; rasgos de los que son paradigma sus propios padres - personajes que bien pudieran haber sido trazados por la pluma, siempre preocupada por el honor y la honra, de Lope o Calderón -. Ahora bien, por encima de todo acabará triunfando el amor, fuerza regeneradora y totalizadora que hará posible el típico final de los personajes de cuentos: " vivieron felices y comieron perdices".

6 comentarios:

Píramo dijo...

Una vez más hay que felicitarse por la gestión que está realizando el Teatro Principal de Alicante en lo que respecta a la oferta de su cartelera. De un tiempo a esta parte, Alicante recibe obras y actores de primer nivel y, lo que es más notorio, se producen sobre sus tablas estrenos nacionales como es este caso. Tisbe ya ha dicho (y fantásticamente bien, como viene siendo habitual en ella) las virtudes de "La marquesa de O". Sólo añadiré algo sobre la música. La directora hace coincidir sobre la escena un cuento de Von Kleist y la música de Bellini. Sirva como anécodta que ambos murieron a la misma edad (34 años) y ambos encontraron la muerte con el suicidio. Un elemento más dentro del romanticismo que invade toda la obra. También encontré un acierto el hecho de que el público fuera desde el primer momomento cómplice del equívoco del embarazo. A la historia no se le puede pedir más dentro de las limitaciones que el marco literario del Romanticismo le impone, si es lícito hablar de corsés en un movimiento donde el indivdualismo y la creatividad son máximas que se le adhieren por definición. Tisbe, sigo pensando que estás desaprovechada en esto de hacer críticas teatrales. Espero con ilusión la próxima obra (ya en enero) para compartir contigo un par de butacas de nuestro teatro.

Antonio del Camino dijo...

A la vista de su comentario, anoto en mi agenda esta obra por si tuviera oportunidad de poder asistir a su representación.

Un cordial salduo.

Capitán dijo...

La crítica literaria o de teatro es todo un género, y además un género que se debería practicar por todos ya que el que la escribe debe hacer un esfuerzo consciente de concisión, de síntesis, de capacidad de resaltar lo fundamental y de plantear la redacción de forma que el sabor que quede al lector sea el deseado.


Es un lujo venir aquí a leer las vuestras.

Tisbe dijo...

Muchas gracias por sus comentarios, Antonio y Capitán. Espero reseñar algún día una representación que hayan visto ustedes también y así será mucho más enriquecedor.
Píramo, como siempre eres encantador conmigo. Esperaremos a enero para nuestro nuevo momentito teatral.

Javier Angosto dijo...

Hoy he leído en el HERALDO DE ARAGÓN que la obra se está representando ahora en Zaragoza. Lo digo por si algún "bloguero" vive o anda de paso por Zaragoza y quiere ir a ver la obra.

Ana dijo...

Hola!! Estuve en Madrid y vi esta magnífica obra. Me encantó, la interpretación fue maravillosa, y la historia es muy bonita a la par que la cruda realidad, no sólo encuadrada en siglos anteriores, ya que, hoy día pasarían cosas similares. La recomiendo!!!

La música es fantástica. ¿Alquien sabe el título concreto? Gracias.
Un saludo,
Ana