martes, 2 de marzo de 2010

34. Ser o no ser

La compañía Teatro Meridional está de gira por España con Ser o no ser, adaptación de la obra maestra del cine To be or not to be de Ernst Lubitsch (la película está considerada como una premonición de lo que sería la invasión de Polonia en la II Guerra Mundial). Álvaro Lavín, director del montaje, lleva a escena la historia de unos actores polacos que observan cómo sus vidas cambian tras la invasión nazi. La compañía de Joseph y María Tudor preparaba Gestapo, una obra en la que se parodiaba a Hitler, cuyo estreno fue censurado. A partir de ese momento, los actores interpretan cada noche el drama de Shakespeare y, cual Hamlet, vivirán un fuerte dilema: ¿formar parte de la resistencia o ceder a las presiones de los enemigos? Obviamente, elegirán la primera opción, mas para sobrevivir a la guerra pasarán por toda una serie de circunstancias complicadas -aderezadas con un humor hilarante- de las que saldrán airosos gracias a sus dotes artísticas. Para ello, no dudarán en hacerse pasar por nazis y codearse con las altas esferas de la Gestapo. A todo ello, se suma el escarceo amoroso entre María y un joven piloto, André Sobinsky, que contribuye a enredar todavía más la acción.

Uno de los grandes aciertos de la comedia es la buena conjugación de situaciones disparatadas con la realidad que se estaba viviendo en Varsovia a raíz de la invasión. Los actores de la compañía Tudor son fiel reflejo de lo que le sucedía a la gente de a pie, pues pasan hambre, frío, miedo y se quedan sin hogar. Su único refugio será el teatro donde cada noche lucían un atrezzo que ahora sólo les servirá como leños para hacer fuego. A través de su historia personal, el espectador puede conocer la Historia de esos años en la capital polaca, sin olvidar que la banda sonora del espectáculo corre a cargo del público: sus risas, sonrisas y carcajadas.
Por otra parte, es interesante la inclusión de secuencias rodadas que se proyectan sobre el escenario pues contribuyen, de alguna manera, a que los espectadores tengan la sensación de estar viendo una película. También se hace un uso especial del espacio, ya que el hábitat de los actores no se limita al escenario sino que éstos se mueven por todo el recinto. Así, corren por el patio de butacas, saltan por los palcos e, incluso, salen a la calle a recibir a un público no poco sorprendido al ver a Hitler en la puerta del teatro. Asimismo, es destacable el recurso del teatro dentro del teatro, pues se dan a conocer algunos de los entresijos de la profesión tales como los celos entre compañeros, la improvisación, el ego algo elevado de los intérpretes, etcétera. En cierta medida, la situación vivida por esta compañía recuerda a los protagonistas de ¡Ay, Carmela! de Sanchis Sinisterra.

El elenco de actores está encabezado por José Luis Gil y Amparo Larrañaga, quienes encarnan al matrimonio Tudor. Es destacable la brillante labor de la mayoría de actores, pues cada uno en su papel contribuye al éxito de la representación en conjunto.

En definitiva, en esta comedia se cumplen las célebres palabras de William Shakespeare de su obra Como gustéis: "El mundo es un escenario, y todos los hombres y mujeres son meros actores, tienen sus salidas y sus entradas; y un hombre puede representar muchos papeles", puesto que María, Joseph y los demás integrantes de la compañía interpretarán el mejor papel de sus carreras, aquél que les reportará como premio seguir viviendo alejados de la sombra del nazismo.

4 comentarios:

E. Martí dijo...

Creo que tendrá éxito, sin duda, esta obra con un reparto de primera. Espero que esta versión sobre la resistencia en tiempos del nazismo; el teatro como fuerza subliminal y activa en la sociedad polaca sometida, será todo lo interesante que parece. Gracias por la información.

Antonio del Camino dijo...

Una obra maravillosa, sin duda. Lastima que por mi tierra (cuestión de presupuestos, creo) será difícil que se asome. Tendremos que volver a ver la peli.

Gracias, una vez más, por tus oportunas reseñas.

Un abrazo.

Píramo dijo...

Para mí, la obra que reseña Tisbe ha sido una de las mejores comedias que he visto nunca. Un enredo a la altura de los de Lope de Vega y una comicidad de muchos quilates. La parte paratextual de la obra, con esos preparativos que crea la compañía antes de empezar la función, me parecieron acertadísimos porque crearon una expectación, un "a ver qué pasa", muy emocionantes. Muy bueno el guiño del final a Shakespeare en tu artículo, tan en consonancia con el título y argumento de la obra.

Tisbe dijo...

Esmeralda, realmente es interesante la representación. Si tienes oportunidad, ve al teatro. Gracias por tus comentarios.

Antonio, esperemos que los presupuestos no impidan que SER O NO SER se represente en el lugar donde vives. Gracias de nuevo.

Píramo, para mí también es una de las mejores comedias que hemos visto. Recuerdo con mucho cariño esa noche. Un beso.